
Los rumores apuntaban a que la plantilla de Samsung Galaxy cambiaría de manos para la próxima temporada, y KSV Esports será a partir de ahora la propietaria de los campeones del mundo de League of Legends. La adquisición no sorprende después de que Korea and Silicon Valley (KSV) fuera aceptada en la Overwatch League con la plaza de Seúl, una de las más codiciadas, y el hasta entonces equipo de Lunatic-Hai.
En palabras de Kevin Chou, CEO y propietario de la entidad, KSV ya mantuvo conversaciones con Samsung Galaxy previas a su victoria en el mundial, y tras proclamarse ganadores las negociaciones tomaron un rumbo diferente. De hecho, KSV estuvo a punto de firmar otro equipo coreano del que no se ha desvelado el nombre, pero finalmente ambas partes llegaron a un acuerdo.
El nuevo reto que KSV tiene por delante es el de establecer marcas para todos sus equipos, pues Seoul Dynasty se mantendrá en exclusiva para la liga de Blizzard Entertainment. De esta forma, queda por desvelar el nombre bajo el que jugará en League Championship Korea (LCK) a partir de enero.
KSV Esports tiene como objetivo desarrollar la identidad de sus equipos coreanos de tal forma que se conviertan en marcas reconocidas a nivel internacional más allá de las fronteras del país asiático, tal y como deja claro el propio nombre de la empresa. “Hay un enorme potencial en Corea para construir su propia reputación como el centro global de los esports, y KSV hará todo lo posible para que sus equipos compitan y sean reconocidos a un nivel global”, dejó claro Arnold Hur, director de operaciones de la empresa.
Para ello han abierto una nueva oficina en Shanghái que se suma a las de Seúl y San Francisco. La capital China supondrá un reto dado su ecosistema tan cerrado a pesar de los millones de aficionados que allí existen, pero Chou confía en hacer crecer allí también una base de fans que se añada a la que están intentando construir a nivel internacional.